¿Qué Tan Diferentes son las Clases en Estados Unidos?

No es un problema académico, aunque eso también fue algo de lo que quería hablar cuando empecé. Me preguntaban que nivel de Matemáticas había pasado, y no sabía cómo explicar que nunca había llamado mis clases Precálculo o Álgebra II. Para mí, era simplemente “Clase de Matemáticas.” Había aprendido todo de lo que hablaban, solo no sabía que había otro título para definirlo. Asimismo, había temas que se esperaba que los estudiantes ya sepan que yo no tenía idea, como partes de historia americana o ciertos libros, pero hasta eso fue relativamente fácil de ponerme al día.

Además de esto, realmente no me sentía como si estuviese muy “detrás” del resto. Solo tenía diferentes expectativas, porque las universidades en mi país no funcionan de la misma manera. Y esto resultó positivamente para mí porque al final yo sabía más de historia universal y geografía que muchos de mis compañeros. Eso fue algo que otros estudiantes internacionales y yo nos dimos cuenta que teníamos en común: conocíamos un poco más de otros países y sus idiomas.

Cuando estaba en la escuela, mis profesores siempre decían que en la universidad nunca te iban a dar más tiempo para un proyecto; decían que si no entiendes algo en la universidad, es tu problema investigar y aprender solo porque el profesor no va a hacer más de lo que debe y explicarte fuera de clase. Básicamente me hicieron creer que los profesores universitarios iban a ser robots estrictos un terroríficos, y que habría una gran diferencia en jerarquía entre ellos y los estudiantes.

La verdad no puede estar más lejos.

Si te has estado preparando para ir a la universidad en Estados Unidos y te estás empezando a sentir un poco intimidado por cómo será todo, estas son tres cosas que me gustaría haber escuchado antes de empezar:

1. No harán el horario por ti, así que considera cuanto estrés puedes manejar cuando estés organizándote para el semestre.

Claro que para muchas clases no vas a tener elección; vas a tener que tomarlas así sean las 7am y tu ni siquiera eres un ser humano a esa hora de la mañana. (Sí, hablo de mi misma.) Pero para muchas otras clases vas a tener la opción de escoger otra hora, más que todo en los cursos electivos. Especialmente si estás en una universidad grande, habrá también más opciones para escoger y planificar bien tu tiempo.

Lo más importante aquí es que te conozcas a ti mismo—una de las peores partes de la escuela para mi era tomar clases que no quería a horas de la mañana en que ni siquiera podía pensar. Por eso, me aseguré que mi horario nunca empezase antes de las 9:45am. También me di cuenta que yo trabajo mejor si tengo tiempo para descansar, así que me aseguré de dejar tiempo entre clases para descansar o almorzar. Luego, cuando estaba muy estresada, logré organizar mi horario de tal manera que todas mis clases eran de Lunes a Jueves, así que era como fin de semana largo todas las semanas.

Al menos cuando estás empezando, no temas planificar tus descansos dentro de tu horario de clases. Ir a vivir a otro país por estudios es un gran cambió de por sí, así que está bien que te lo tomes despacio y hagas lo que puedes manejar.  

2. Tu profesor puede ser tu mentor, así que no lo ignores.

No hay forma de generalizar esto—también depende del profesor.

Hubo muchas veces que sentí que era más fácil acercarme a profesores de la escuela que de la universidad, porque algunos se sentían un poco condescendientes o porque tenía que llamarlos por título: “Profesor Tal,” o “Dr. Tal.” En Ecuador, tratamos a todos por el nombre solamente pero usamos “usted” en vez de “tu” y eso es todo.

Sin embargo, cuando superé eso me di cuenta que aunque algunos profesores pensaban que eran los más inteligentes del país, la mayoría solo estaba feliz de poder ayudar a sus estudiantes. La gran mayoría.

Mis primeros tres años de universidad, casi nunca visité la oficina de mis profesores, por más que decían que tenían las puertas abiertas. Esto fue así hasta una conversación con otra amiga un año mayor que yo, a punto de graduarse.

Le pregunté, “¿Qué es algo que quisieras haber hecho más? ¿Tienes algo de lo que te arrepientes?”

Sin pensarlo mucho, me dijo que quisiera haber creado una mejor relación con muchos de sus profesores. “No es solo por cartas de recomendación para posgrado, sino sólo para que sean como mis guías, o porque los respeto. Quisiera haberles hablado más fuera del aula de clases.”

No puedo enfatizar esto lo suficiente, tus profesores están ahí para ayudarte. Mi último año, les escribí emails a mis profesores más seguido, les hice preguntas en los descansos de 15 minutos, y les decía lo que estaba pensando sobre el tema cuando acababa la clase. Fue un poco difícil para mi porque soy tan tímida, pero es por eso que pude tener conversaciones mucho más inspiradoras o personales. Incluso pude encontrar mi pasantía, y presentar mi escrito en una conferencia de mi universidad porque tuve buenos profesores como guías.

Habla con tus profesores, no necesariamente acerca de temas de clases. Diles de tus dudas, lo que quieres hacer con tu vida, y si ya eres muy cercana a ellos, pídeles consejos. Seguramente ya han vivido lo que te está pasando y pueden compartir sus experiencias.

3. Si eres listo y tienes un buen profesor, puedes tomar ciertas libertades con tus trabajos para que estés más orgulloso de ellos.

Esto esta relacionado a mi punto anterior—si puedes crear una buena relación con tus profesores, ellos podrán entender tus objetivos y metas y ayudarte, aún si eso significa ser un poco más flexibles con lo que debes hacer para un trabajo de clase.

Mi último año, tomando el consejo de mi amiga, empecé a hablar mucho más con una de mis profesoras de Inglés (mi carrera) sobre lo mucho que amo Young Adult (YA) Fiction, y discutí con ella que los temas que aprendimos en su clase de Literatura Gótica eran aplicables a ciertos libros contemporáneos. Para mi proyecto final, compartió libros conmigo y me ayudo a dirigir mi investigación de manera que pude escribir un análisis de mi libro contemporáneo favorito usando lo aprendido sobre Literatura Gótica. Ahora, este proyecto está en mi portafolio para enseñar a futuros empleadores, y es el que pude presentar en esa conferencia.

Creo que un buen profesor quiere que tomes lo que aprendes en clases y lo apliques de tu propio ángulo; solo deben entender cuál es ese ángulo y cuál es la meta para poder ayudarte. Así que de verdad, habla con ellos.

Vé más allá de lo que esperan, no para sorprenderlos, sino por ti mismo. Las clases universitarias son interesantes de esa forma, porque todo lo que haces es por ti, no porque te están obligando. Es porque tu escogiste esa carrera, así que realiza trabajos de los que puedes estar orgulloso aplicando lo que estás aprendiendo.

Wendy es una estudiante internacional de Ecuador. Recientemente se graduó de Seattle University con dos carreras, Escritura Creativa y Teatro. Wendy está emocionada de poder compartir algunas de sus historias sobre lo que ha aprendido en su tiempo en Estados Unidos!